Existe un detalle que tiene que ver con la respiración en natación que muchas nadadores desconocen, incluso nadadores con gran experiencia, se trata del control del paladar blando.
El instinto
Lo primero que se suele enseñar a los pequeños nadadores o a las personas mayores que aprenden a nadar es a sumergir la cabeza en el agua
Al hacerlo, lo que hace el ser humano instintivamente es cerrar la boca y apretar con los dedos de la mano la nariz para impedir que el agua entre por la nariz. Se suele enseñar que lo que hay que hacer es echar burbujas por la nariz y con ello se impide la entrada de agua por ahí.
Pero también es muy conveniente aprender a cerrar el conducto nasal voluntariamente para impedir que nos entre agua sin necesidad de hacer esas burbujas todo el tiempo. Para ello hemos de controlar la apertura y cierre del paladar blando
El paladar blando
En realidad, muchos nadadores aprenden y cierrran el paladar blando de manera instintiva, pero hay un porcentaje que no lo hacen porque no saben que tienen que hacerlo ni tampoco cómo hacerlo.
Algunos nadadores principiantes incluso le cogen pánico al agua. También hay otros nadadores que nadan pero exhalando constantemente y realizando gestos incorrectos que repercuten en posición menos hidrodinámica y en consecuencia en adoptar una mala técnica de natación.
Si ya lo haces pero no eres consciente es conveniente que tomes conciencia de lo que estás haciendo y si no lo haces deberías aprender a hacerlo.
Qué es
Lo primero es entender que es el paladar blando. El paladar blando es un tejido muscular que cumple la función de ayudar en la articulación de palabras y en la deglución de alimentos. Tiene también la capacidad de impedir la entrada o salida del aire que accede por el orificio nasal.
Aunque mucha gente pueda pensar que no saben usarlo, en realidad todos lo usamos, sin ser conscientes de ello.
Cómo lo usamos
Por ejemplo, cuando se emites una consonante oclusiva, como la P, lo que hacemos es cerrar los labios y también ese paladar blando. De esta manera, el aire quedea atrapado en nuestra boca sin que se escape por la nariz y a continuación podemos soltar todo el aire por la boca para emitir ese sonido.
Prúebalo
Puedes probar a mantener ese paladar blando cerrado tras pronunciar la letra P, solo hay que tomar aire, aguántalo y en lugar de separar los labios para soltarlo, separar los labios y a continuación respirar. Nos daremos cuenta de que tenemos cerrado el paladar blando.
Prácticalo
También se puede practicar en piscina, tratando de hacer ese movimiento consciente y sumerfiéndonos, notando que no te entra nada de agua por la nariz.
Como decíamos, este cierre del paladar blando es probable que ya lo hayas hecho alguna vez, de hecho casi todo el mundo aprende de manera inconsciente a hacerlo. Lo que estamos consiguiendo ahora es ser conscientes de esto.
Más difícil todavía
Pero hay algo más complicado y que no todo el mundo es capaz de hacer. se trata de mantener el pladar blando cerrado y al mismo tiempo a respirar por la boca. Algo similar a mantener el cierre del paladar blando tras pronunciar la P y a continuación respirar.
Para probarlo en el agua se podemos hacer de dos maneras, una sería con un snorkel frontal.
Si somos capaces de respirar de usar un snorkel sin pinzas, significa que lo estamos consiguiendo.
Con el snorkel estamos tomando aire por la boca y manteniendo el paladar blando cerrado. Si no lo hiciésemos, es decir, si al mismo tiempo que tomamos aire por la boca, entrase aire por la nariz, rápidamente nos sentiríamos incómodos porque nos entraría agua desde la nasofaringe a la orofaringe, es decir, desde la nariz a la boca.
Con el snorkel, no solamente estamos tomando aire por la boca cerrando el paladar blando, sino que una vez hemos inhalado y vamos a proceder a la exhalación, podemos expulsar el aire tanto por la boca como por la nariz. En ese momento de la exhalación estamos abriendo ese paladar blando para facilitar la exhalación por nariz y boca.
Así que estamos haciendo un movimiento continuo de cierre de paladar blando para la inhalación por la boca y apertura de ese paladar blando para la exhalación por boca y nariz.
Podemos también probar a a hacerlo sin snorkel, tratando de inhalar por la boca sin que nos entre nada de aire por la nariz cerrando ese paladar blando.
Para probarlo en el agua nos podemos agachar y emular la posición horizontal que adoptamos cuando nadamos.
Una vez en esta posición y con parte de la nariz hundida respiraremos por la boca. Si no nos sentimos incómodos significará que lo hemos conseguido.
Cuando realizamos este ejercicio, al tener media cabeza hundida la parte de la boca que sobresale del agua queda abierta y la parte que queda sumergida queda cerrada, lo que nos hace adoptar esa posición característica de la respiración del nadador.
También es cierto es que cuando nadamos se nos genera una “ola” o pequeña depresión del agua que hace que no necesitemos forzar tanto ese gesto pero si lo hacemos así en estático, nos costará mucho menos después con la inercia del movimiento.